lunes, 7 de enero de 2013

Looser


La inmediatez de los medios electrónicos ha banalizado las comunicaciones. Eso fue lo que le dije a Diego.

Hoy me siento muy viejo. Quisiera no pensar en mi edad, pero es una idea que salta en mi vida a cada momento. Un tic tac. No entiendo como la gente logra seguir hasta la vejez. Quizá tener hijos ayude. Me siento tan fracasado. He luchado toda mi vida con la sensación de fracaso, con el miedo al fracaso. Un fantasma, una sombra a lo largo de todos los días de mi vida.

“Soy un perdedor. I’m a looser baby, so why don’t you kill me.”

Y lo hizo. En cierta forma me mató. Yo seguí, pero algo en mí murió y era algo importante. No puedo definir exactamente qué fue.

Dejé de escribir desde que salí de México. Estas líneas soy yo buscando a ese otro hombre que escribía. Está oscuro, esta linterna busca a un hombre más joven, en las tinieblas, escribiendo a ciegas en una libreta, sólo, drogado, triste, escribiendo a lo perdido en un lugar oscuro. Y mientras busco, descubro que soy yo al que busco y la linterna se paga y me siento en el piso a escribir a ciegas.

 Yo construí navíos en la tierra. Nunca tocaron el mar, nunca los vio nadie. Hace tiempo que todos los quemé.

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